
Su aspecto es algo similar al de los osos, con los que no tiene ningún parentesco. Su tamaño siendo pequeño, los machos pesan unos 12 Kg y las hembras menos, lo hace un animalito muy simpático.
Desafortunadamente, debido a su muy especial dieta y a su delicada salud, no lo vemos en muchos zoológicos. Por cierto, los dedos de las manos los tienen distribuidos de manera diferente a la de nosotros. El dedo índice lo tiene al mismo lado que el pulgar. En vez de un dedo pulgar tienen dos.
El Koala (Phascolarctos cinereus) es la única especie asignada a la familia Phascolarctidae. Hemos visto algunos autores llamarlo coala. En inglés se le llama Koala.
Características
El koala alcanza una longitud corporal de 76 cm; el cuerpo
es robusto y está cubierto de pelo suave y de color marrón grisáceo. La
cabeza es grande y redonda, y tiene unas orejas peludas, grandes y
redondeadas.
La dentadura del koala está adaptada a su dieta herbívora, ya que se
alimenta de bambú y hojas de eucalipto, esta es similar a la de otros
marsupiales diprotodontos (canguros y wombats). Tienen afilados incisivos para cortar hojas al frente de su boca.

Sin embargo, la acción del hombre ha provocado la aparición de nuevos peligros, como coches, perros vagabundos, insecticidas,
piscinas y un mayor riesgo de contraer gangrena. A menudo, se
construyen carreteras que atraviesan territorios de koalas, por lo que
el koala debe quedarse en el lado en que se encuentran gramos
de hojas al día. Son muy exigentes a la hora de elegir sus alimentos:
primero estiran un brazo y cogen con mucho esmero algunas de las hojas
elegidas; luego las olisquean con cuidado antes de darles un bocado; y,
por último, las mastican hasta hacerlas una papilla y se las tragan.
Los dientes del koala están adaptados para comer hojas de eucalipto.
Estos animales recogen las hojas con los incisivos superiores e
inferiores. El hueco entre los incisivos y las muelas
permite que puedan mover las hojas de un lado para otro con la lengua
sin morderse. Las muelas tienen una forma especial que hace que también
puedan trocear la comida, en lugar de solo triturarla. De este modo, los dientes quitan la humedad a las hojas y destruyen la fibra de éstas, de modo que facilitan la digestión.
El eucalipto les aporta azúcares, almidón, grasas y proteínas. En un
proceso digestivo relativamente largo; se extraen el agua y los
alimentos aprovechables. Como sus alimentos son difíciles de digerir,
poco energéticos e incluso tóxicos, los koalas tienen un apéndice que es
muy largo (hasta 2,5 metros). Aquí las bacterias
ayudan a digerir las fibras y permiten que se dé una especie de
fermentación. Además, su lento metabolismo hace posible que se almacene
el eucalipto durante bastante tiempo, en el que se pierde la mayoría de
la energía. Así mismo, les lleva a un bajo consumo de energía, que es
inferior al del resto de los animales herbívoros.
Fuente: Wikipedia.com