Koala



Uno de los animalitos más atractivo de todo el mundo es el koala. Natural del oriente de Australia este marsupial sólo se alimenta de las hojas y corteza de eucalipto. Permanece la mayor parte de su vida trepado en estos árboles bajando a la tierra sólo para cambiar de árbol.

Su aspecto es algo similar al de los osos, con los que no tiene ningún parentesco. Su tamaño siendo pequeño, los machos pesan unos 12 Kg y las hembras menos, lo hace un animalito muy simpático.

Desafortunadamente, debido a su muy especial dieta y a su delicada salud, no lo vemos en muchos zoológicos. Por cierto, los dedos de las manos los tienen distribuidos de manera diferente a la de nosotros. El dedo índice lo tiene al mismo lado que el pulgar. En vez de un dedo pulgar tienen dos.

El Koala (Phascolarctos cinereus) es la única especie asignada a la familia Phascolarctidae. Hemos visto algunos autores llamarlo coala. En inglés se le llama Koala.

Características

El koala alcanza una longitud corporal de 76 cm; el cuerpo es robusto y está cubierto de pelo suave y de color marrón grisáceo. La cabeza es grande y redonda, y tiene unas orejas peludas, grandes y redondeadas.
La dentadura del koala está adaptada a su dieta herbívora, ya que se alimenta de bambú y hojas de eucalipto, esta es similar a la de otros marsupiales diprotodontos (canguros y wombats). Tienen afilados incisivos para cortar hojas al frente de su boca.

Los koalas viven en los árboles y realizan la mayoría de sus actividades de noche. No se encuentran cómodos en el suelo, donde caminan a gatas. Para ahorrar energía, duermen 20 horas al día, más que los perezosos, que duermen unas 18 horas diarias. Sus depredadores naturales son los dingos, las lechuzas, las águilas, los varanos y las serpientes pitón. Las épocas de sequía y, sobre todo, los incendios, también pueden resultar peligrosos para ellos.
Sin embargo, la acción del hombre ha provocado la aparición de nuevos peligros, como coches, perros vagabundos, insecticidas, piscinas y un mayor riesgo de contraer gangrena. A menudo, se construyen carreteras que atraviesan territorios de koalas, por lo que el koala debe quedarse en el lado en que se encuentran gramos de hojas al día. Son muy exigentes a la hora de elegir sus alimentos: primero estiran un brazo y cogen con mucho esmero algunas de las hojas elegidas; luego las olisquean con cuidado antes de darles un bocado; y, por último, las mastican hasta hacerlas una papilla y se las tragan.
Los dientes del koala están adaptados para comer hojas de eucalipto. Estos animales recogen las hojas con los incisivos superiores e inferiores. El hueco entre los incisivos y las muelas permite que puedan mover las hojas de un lado para otro con la lengua sin morderse. Las muelas tienen una forma especial que hace que también puedan trocear la comida, en lugar de solo triturarla. De este modo, los dientes quitan la humedad a las hojas y destruyen la fibra de éstas, de modo que facilitan la digestión.
El eucalipto les aporta azúcares, almidón, grasas y proteínas. En un proceso digestivo relativamente largo; se extraen el agua y los alimentos aprovechables. Como sus alimentos son difíciles de digerir, poco energéticos e incluso tóxicos, los koalas tienen un apéndice que es muy largo (hasta 2,5 metros). Aquí las bacterias ayudan a digerir las fibras y permiten que se dé una especie de fermentación. Además, su lento metabolismo hace posible que se almacene el eucalipto durante bastante tiempo, en el que se pierde la mayoría de la energía. Así mismo, les lleva a un bajo consumo de energía, que es inferior al del resto de los animales herbívoros.


Fuente: Wikipedia.com